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Pequeñas infamias

Perpetuando dislates

Carmen Posadas

Viernes, 03 de Mayo 2024, 11:06h

Tiempo de lectura: 3 min

Durante años, miles de niños y adolescentes acudieron al hospital londinense de Tavistock para cumplir un sueño: cambiar de sexo. Allí todo eran facilidades, el hecho de 'sentir' que pertenecían al sexo contrario era suficiente para empezar un proceso de hormonación que culminaba en la sala de operaciones con la extirpación de órganos que no encajaban con sus preferencias. A pesar de que el centro siempre ha defendido que a los menores se les brindaba «atención de afirmación de género» para que ellos y sus familias estuvieran informados de las decisiones que iban a tomar respecto a su salud, muchos de ellos, ya adultos, aseguran que ni a ellos ni a sus padres se los informó de tratamientos menos invasivos e irreversibles.

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