Este es el origen de la ciudad de Vigo

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO

Manuel García Ávila

El arqueólogo Hidalgo Cuñarro recrea en un libro la historia del poblado y el castillo de O Castro

01 may 2024 . Actualizado a las 01:41 h.

Entre los años 1981 y 1988, José Manuel Hidalgo Cuñarro dirigió las excavaciones arqueológicas impulsadas desde el Concello de Vigo en el parque de O Castro. Posiblemente sea la persona que mejor conoce el período castreño y romano del lugar, origen de la ciudad. Ahora ha querido ir más allá y ha resumido en un libro la historia de este punto neurálgico hasta nuestros días. Lo ha hecho de una forma extremadamente rigurosa, pero amena y didáctica, en el libro titulado Breve historia de O Castro de Vigo, que será presentado el 9 de mayo, a las 20.00 horas, en la sede Évame Oroza, por la Editorial Elvira.

Hidalgo Cuñarro abre numerosos entradas en su narración cronológica con el objeto de enganchar al lector. Son epígrafes variados que llevan al interesado a conocer la generalidad, pero también el atractivo detalle. Lo hace con la vivienda más antigua de los restos visitables. «Es del siglo III-II a. de C. en ese momento en el que todavía son construcciones con elementos vegetales; es un fondo de cabaña documentado por el rebaje de la piedra base. En uno de los laterales, que está menos rebajado, se encuentra la cocina», explica el arqueólogo.

El autor del libro explica que el castro vigués se extendió, durante sus mejores momentos, por una superficie de veinte hectáreas, siendo muy similar al del Trega. Cuñarro explica en su libro que cuando los romanos se instalaron en la zona, vivieron en O Castro junto con los galaicos, pero trabajaron en la franja costera, entre el Casco Vello y el Areal. Denomina a ese conjunto habitacional y de trabajo como Vicus Helleni. «O Castro también tiene una importante actividad comercial; hay materiales muy lujosos importados de muy lejos, o sea que aquí hubo una capacidad de intercambio comercial muy importante», apunta para resaltar la presencia viguesa en las comunicaciones marítimas del Imperio.

El libro se para en la construcción de la torre de O Penso para explicar la luchas nobiliarias de la Baja Edad Media, pero, donde vuelve a tomarse su tiempo es en torno a la creación del castillo de Nuestra Señora de O Castro a mediados del siglo XVII. A través de un código Qr, el lector puede acceder a reproducciones en tres dimensiones. La más llamativa es la correspondiente al castillo a comienzos del siglo XVIII.

El libro presenta abundante material fotográfico, cartográfico y de grabados de época. Hidalgo Cuñarro destaca entre todos estos últimos los realizados por el veneciano Coronelli. «Los encontré en la Biblioteca Nacional de Finlandia», afirma el historiador. No todas las ediciones del libro contienen los cinco grabados de Vigo. A través de documentos variados, el autor del libro explica que las galerías que se han musealizado recientemente eran una vía de escape que iba desde la casa del gobernador hacia el segundo recinto. También tiene palabras para desmontar esa leyenda que habla de túneles intercomunicados que descienden hacia el Casco Vello.

José Manuel Hidalgo Cuñarro realiza en su trabajo una recomendación para quien quiera seguirla. «La parte excavada en la actualidad representa tan solo el 10 % de la totalidad del parque; lo más sencillo sería ampliar la zona musealizada hacia la zona de reserva incluida dentro de las vallas», señala. Especial interés tiene para el experto excavar dentro del recinto con el fin de tratar de documentar la presencia del castillo de O Penso.

Como complemento, y para una mejor recuperación del aspecto de la fortaleza moderna, el arqueólogo opina que deberían eliminarse añadidos que confunden y desorientan a los visitantes.