La carnicería de Samos que llena los congeladores de la montaña: «Cada vez hai máis demanda polo despece e o envase ao vacío»

Paula Álvarez García
PAULA ÁLVAREZ SAMOS / LA VOZ

SAMOS

Miguel despieza una media de seis terneros a la semana
Miguel despieza una media de seis terneros a la semana P. A

Varios negocios dedicados a la venta de carne se centran cada vez más en el despiece y envase al vacío para particulares. Especialmente en las zonas rurales, donde la gente apuesta por alimentarse con la producción propia

02 may 2024 . Actualizado a las 10:50 h.

El teléfono de la Carnicería Pío, en Samos, no deja de sonar durante toda la tarde. Son encargos para despiezar terneros de los ganaderos de la montaña, que los quieren para guardar en sus congeladores envasados al vacío. «Vén xente de toda a comarca, e tamén moita de Becerreá», confiesa Miguel, el propietario. Al mismo tiempo, una de las clientas explica convencida que es lo más cómodo y económico: «Levas carne da casa para dous anos». «E de confianza, que moito se nota a diferenza coa comprada!», añade. 

Miguel es quien está detrás de esta carnicería, muy conocida en la comarca porque durante 40 años la regentaron sus padres, de quien cogió el relevo. Está especializada en carne de ternera y desde hace algo más de seis años apuesta por cubrir una demanda cada vez mayor en la zona: el despiece y envase al vacío de animales enteros criados en las explotaciones familiares. Según explica este carnicero, al que también conocen por Pío —igual que su padre— cada vez más la gente apuesta por este sistema porque es más económico. «Criar o becerro na casa tamen custa, pero é máis caro se vas comprar todo o que che da por separado», dice.

En su carnicería parten una media de seis terneros a la semana, que vienen directamente desde el matadero por orden de cada cliente. Es una tarea que lleva tiempo y Miguel sigue atendiendo, al mismo tiempo, a los clientes que entran por la puerta a comprar carne. Aunque este negocio suministra también a restaurantes y a domicilio, la mayoría de clientes van a comprar directamente al local, que apuesta también por comercializar carne de productores locales.  

En la comarca de Sarria hay más carnicerías que apuestan por este sistema porque «cada vez ten máis demanda». Según cuenta Miguel, la demanda de carne es la misma, incluso más, y su precio no deja de ascender. Por eso también muchas familias apuestan por esta opción: «Se o tes que pagar por pezas, vaia broma» dice una de las clientas fieles de Carnicería Pío. 

Compartir es vivir

Explica Miguel —Pío para los clientes más fieles— que los terneros suelen pesar más de 200 kilogramos (aunque depende de muchos factores), lo que supone una gran cantidad de comida para una sola familia. Pero a problemas, soluciones. «O que fai moita xente é compartilo ou quedarse cunha metade e vender a outra». Dos de las clientas que suelen ir a envasar su carne, y comparten porque son familia, dicen que «é a mellor solución, porque para un só faise moito».

«Aquí na aldea o habitual é que a xente queira ter os conxeladores cheos»

Según dice Miguel, la mayoría de gente que sigue el sistema de despiece y envase son ganaderos que tienen su propia explotación. Al mismo tiempo que venden los terneros, también se quedan con alguno para el consumo familiar. No es habitual esta práctica en las ciudades porque «tampouco se dispón de tanto sitio para gardalo». Añade que «aquí na aldea o habitual é que a xente queira ter os conxeladores cheos, aínda que non faga falta». 

Curiosamente, aunque no es lo habitual, explican desde esta carnicería que mucha gente que no tiene explotación ni ningún tipo de vínculo con ellas, también se las apañan para guardar medio ternero en el congelador y tener previsiones a largo plazo. En estos casos, suelen comprarlo directamente a la carnicería.