La conversación íntegra en los calabozos entre Alfonso Basterra y Rosario Porto: ¿por qué no se pudo usar en el juicio del caso Asunta?

LA VOZ REDACCIÓN

GALICIA

Recreación para la serie de «El caso Asunta» de la estancia de Rosario Porto y Alfonso Basterra en los calabozos
Recreación para la serie de «El caso Asunta» de la estancia de Rosario Porto y Alfonso Basterra en los calabozos NETFLIX

El juez Vázquez Taín decidió colocar a los dos principales sospechosos del crimen en celdas contiguas y grabó todas sus conversaciones en los días previos a su declaración

03 may 2024 . Actualizado a las 11:01 h.

Las conversaciones en los calabozos entre Alfonso Basterra y Rosario Porto tras sus respectivas detenciones estuvieron entre los elementos más reveladores de cara a las sospechas hacia los padres de Asunta Basterra. En una decisión llamativa y aparentemente poco ortodoxa, el juez instructor del caso Asunta, Jose Antonio Vázquez Taín, decidió encerrar a los dos principales sospechosos del crimen de su hija en sendos calabozos contiguos y dio orden a los agentes de grabar todo lo que se dijesen entre ellos durante las jornadas que estuvieron allí encerrados. Con ello, pretendía arrojar luz sobre lo que había pasado con la niña.

Las grabaciones, parte de las cuales se muestran con literalidad en la serie de Netflix El Caso Asunta, comenzaron solo tres días después del hallazgo del cadáver de la pequeña. Se iniciaron en la noche del día 25 de septiembre y continuaron en la jornada del día 26 y la mañana del día 27, hasta el momento inmediatamente anterior a que Rosario Porto saliese del calabozo para declarar ante el propio Taín. El resultado fueron unas desconcertantes conversaciones entre quienes fueron marido y mujer, que vieron la luz en la prensa meses después, pero que finalmente no pudieron ser usadas durante el juicio.

¿Por qué fueron declaradas nulas?

Fue la sección sexta de la Audiencia Provincial, con sede en Santiago, quien decidió declarar nulas las grabaciones de las conversaciones que mantuvieron Rosario Porto y Alfonso Basterra en los calabozos de Lonzas (A Coruña), al considerar, citando la jurisprudencia del Tribunal Supremo y del Constitucional, que las grabaciones en sede policial suponen una «injerencia en el derecho fundamental al secreto de las comunicaciones». Atendía así a la solicitud del abogado defensor de Rosario Porto, el penalista José Luis Gutiérrez Aranguren, quien denunció una vulneración del derecho a la intimidad y una afrenta contra las garantías de la acusada, que había manifestado su oposición a declarar en sede policial.

Lo que no consiguió el letrado, por contra, fue otra petición de mayor calado relacionada con esto y que podría hundir por completo la investigación policial. Aranguren pedía que, además, se considerasen también nulas todas las actuaciones posteriores a estas grabaciones. Pero esta solicitud fue rechazada por el tribunal provincial, al entender que el registro de las conversaciones no vulneró el derecho de Basterra y Porto a la presunción de inocencia, ya que no derivó en nuevas pruebas ni era tampoco el único motivo para sustentar el relato acusatorio.

Las conversaciones íntegras

DÍA 25 DE SEPTIEMBRE

El primer extracto filtrado de las grabaciones a los medios de comunicación, un mes después de la detención, mostraba un intercambio de dos frases entre Alfonso Basterra y Rosario Porto en la que esta le decía a su ex «Tú y tus jueguecitos; ¿te ha dado tiempo a deshacerte de eso?», una oración que no apareció, literalmente, en los audios reales a los que se tuvieron acceso con posterioridad.

No fue hasta diciembre cuando se conoció, en otra grabación mucho más larga, la conversación entre los dos acusados.

Rosario Porto. ¿Alfonso?

Alfonso Basterra. ¿Sí?

R. P. No me oyen (...).

A. B. Tranquila, todo va a salir bien.

R. P. Ya.

A. B. Sé fuerte.

R. P. Ya.

A. B. Somos inocentes, no hemos hecho nada. Tranquila.

R. P. Ya.

A. B. ¿De acuerdo?, ¿de acuerdo?, ¿de acuerdo?

(...)

R. P. ¿Quién puede estar haciéndonos esto?

A. B. No lo sé, nena. Por eso mismo hay que tener mucha calma, estar tranquilos. No te preocupes de nada, todo va a salir bien, ¿de acuerdo?

R. P. ¿De acuerdo?

A. B. Yo te quiero y tú me quieres (...). Iremos para casa, no te preocupes.

R. P. ¿No te dio tiempo a eso, verdad? (...).

A. B. No. Sé fuerte, estate tranquila y todo va a salir bien, ¿de acuerdo?

R. P. De acuerdo.

A. B. Pues eso es lo más importante, mantén la calma.

DÍA 26 DE SEPTIEMBRE

La conversación del segundo día que pasaron en los calabozos del cuartel de Lonzas es más reveladora, ya que el matrimonio plantea, en parte, la estrategia a seguir ante el juez Taín. Y también tienen lugar algunas otras misteriosas declaraciones por parte de Rosario que parecen obedecer a un lenguaje en clave entre ambos.

A. B. Aprovecha para dormir un poco, nena (...).

R. P. No soy capaz de sentarme, me ahogo.

A. B. Entonces, siéntate como yo, con la espalda pegada a la pared y sentada sobre el colchón.

R. P. ¿Quién nos puede, quién me puede querer hacer daño, Alfonso?

A. B. Pues no lo sé, mi vida. No sé quién nos quiere hacer esta faena tan gorda, pero tarde o temprano caerá.

R. P. Pero, ¿por qué nos tienen aquí? Tienen que tener un montón de indicios, ¿sabes lo que te digo?

A. B. Pues sí, pero... son medidas que tiene que adoptar y tiene que ser así, tenemos que aguantarlo y punto. Y mañana, igual salimos en libertad provisional o alguna cosa así.

R. P. Pero luego va a haber juicio, Alfonso.

A. B. Bueno, que tenga que haber... pero si encuentran culpable, no. Y lo encontrarán, calma, lo encontrarán. Entonces no habrá juicio, habrá para él, no para nosotros.

R. P. Vale.

A. B. Irá a la cárcel toda su vida. Tú tranquila, mi vida, tú estate muy tranquila. Y no digas nada inconveniente, porque sabes que nos están grabando (...).

@netflixes

Un fragmento de la conversación real entre Rosario Porto y Alfonso Basterra en los calabozos, extraído del documental 'El Caso Asunta: Operación Nenúfar'.

♬ sonido original - Netflix España - Netflix España

R. P. Pero tu imaginación calenturienta nos va a generar muchos problemas.

A. B. ¿Cómo?

R. P. Tu imaginación calenturienta. Que nos va generar muchos problemas.

A. B. Por eso.

R. P. Muchos.

A. B. Silencio.

R. P. Y que yo ahogase a todo cuanto insecto había con un cojín, no quiere decir que vaya ahogando a la gente con cojines.

A. B. Pues claro que no, mi vida. Pues claro que no.

R. P. Pero, ¡fíjate la que has montado!

A. B. Claro. Como no tienen otra cosa, dicen: ¿sospechosos? Los padres.

R. P. Ya, pero... yo fui tan tonta, que todas las cosas que tú me mandabas para... quería que entrases en razón, hacerte ver el daño que me hacías...

A. B. Ya.

R. P. Innecesariamente, Alfonso.

A. B. Ya lo sé. Bueno, ya está.

R. P. Y te repito, que yo mate arañas a cojinazos, y que te hiciese muchas risas como que las ahogaba, no significa que... Y que luego tú me hicieses a mí también, no significa que vayamos...

A. B. Ya lo sé. Ya lo sé. Bueno, ahora tranquilicémonos y dejemos que actúen y que trabajen.

R. P. Pero, ¿me entiendes? Sabes, pero ahora, de todas esas cosas, pues... yo qué sé... da lugar a pensar sabe dios qué.

A. B. Claro. Pero no pasa nada; no hay nada.

R. P. Y lo otro, Alfonso, lo otro.

A. B. No hay nada.

R. P. Siento haberte hecho tanto daño.

A. B. No pasa nada. El pasado, pasado está, nena.

R. P. Porque un día quería hacerte entrar en razón, ¿sabes?

A. B. Ya lo sé, vida mía.

@jucios_tiktok

CONVERSACION EN CALABOZO #hazmeviral #tiktok #ponmeenparati #alcasse #lentejas #xyzbca #almamiraza #hazmeviral

♬ sonido original - Juicios_tiktok

R. P. Y que te dieras cuenta del daño que me has hecho con tus palabras.

A. B. Ya lo sé, no pasa nada, olvídate de eso ya. No pasa nada, dejemos trabajar a esta gente y cogerán al culpable. Cuando menos te lo esperes, van a decir que tienen un sospechoso (...).

R. P. Yo, por lo menos, soy la primera interesada en saber qué le ha pasado a Asunta.

A. B. Ni más ni menos. Por eso, estate tú tranquila, no tienes nada que ocultar, ni yo tampoco. Darán con el culpable. A ver si dan cuanto antes.

R. P. Bueno, no puedo vivir sin ella.

A. B. Ya está, lentejita.

R. P. Me puse bien por ella, Alfonso.

A. B. Ya lo sé. Calma, calma, calma.

R. P. (no se entiende el contenido la grabación) y pensaba que podía (...). Ver a una madre tan tirada, tan rota, pero es que yo no podía con tantas cosas.

A. B. Hay que tirar para adelante. Todo se va a solucionar (...).

R. P. ¿Cuándo te enteraste de que me habían llevado?

A. B. El mismo día, después.

R. P. ¿Pero fueron a hablar contigo?

A. B. No, me llamaron por teléfono, creo, sí. Bueno, dejémoslo. No te preocupes. Calma.

R. P. Y la gente, ¿qué decía?

A. B. Nada, no, estaba con mis... con nuestros amigos. Nada, que era una equivocación y así va a ser (...).

R. P. Yo espero que no se estén equivocando, yo quiero pensar que estando aquí dentro la persona que lo hizo se confíe y la pillen.

A. B. Claro, es que así va a ser, así va a ocurrir, tú tranquila mi vida, tú tranquila nena. Darán con él, esta gente es muy buena en lo suyo. Tenemos la imagen, el topicazo, pero.... la leche, ¡cómo trabajan!

R. P. Muy bien.

A. B. Son muy serios y muy profesionales, así que confía en ellos. Aunque tú y yo no lo sepamos, estarán peinando toda la zona. Haciendo una labor increíble. Tranquila, son muy buenos, lo que pasa es que a veces son muy duros, bueno, tienen que serlo para... Ellos quieren aclararlo, ¿te das cuenta?

R. P. Sí. (...).

R. P. Yo no puedo ir a casa por la niña.

A. B. Olvídate de eso, guapa.

R. P. No puedo olvidarme, Alfonso (...). Me estoy rompiendo entera.

A. B. Olvídate de eso. Respira por la nariz, echa el aire por la boca y relájate, venga. Calma, cuando nos queramos dar cuenta estaremos en la calle en plena libertad (...).

R. P. Pero Asunta no vuelve, Alfonso.

A. B. ¿Cómo?

R. P. Asunta no vuelve.

A. B. ¿Cómo?

R. P. Que Asunta no vuelve, Alfonso. ¡No vuelve!

A. B. Ya lo sé mi vida, ya sé que no volverá nunca, ya lo sé Charo, ya lo sé. 

R. P. He sido buena hija, he sido buena madre. Contigo me he portado mal, pero...

A. B. Ya está, cálmate, deja de hablar.

R. P. Pero, ¿por qué este castigo?

A. B. Cálmate, por favor, y deja de hablar, no hables más, relájate. Tienes que estar muy fuerte para mañana ¿de acuerdo? Piensa que cuanto más fuerte estés mañana, más posibilidades hay de salir, ¿vale?

R. P. No hay parte del cuerpo que no me duela.

A. B. Ya, y a mí. Pero te repito, cuanto más descanses hoy, en mejores condiciones estarás mañana.

R. P. Vale.

A. B. Para hablar delante del juez, ¿vale?

R. P. Vale.

A. B. Pues ya está, como no tienes nada que ocultar, como no hay nada que ocultar, relájate.

@netflixes

Rosario Porto y Alfonso Basterra fueron grabados mientras estaban en el calabozo. Este es un extracto de la conversación recogida en el documental 'El caso Asunta: Operación Nenúfar'.

♬ sonido original - Netflix España - Netflix España

A. B. No tienen nada, eso es lo que pasa. Y nos están presionando a ti y a mí. A mí también me han presionado, ¿qué te crees?

R. P. Que si no tuviesen nada, yo no estaba aquí y tú tampoco.

A. B. Bueno, pues... tú misma. No tenemos nada que ocultar ninguno de los dos. Estate tranquila, mi vida. Y mañana se lo diremos al juez así, ¿vale?

R. P. Estoy de todo menos tranquila, Alfonso.

A. B. ¿Eh?

R. P. Que estoy de todo menos tranquila.

A. B. Bueno, calma. Venga.

R. P. No, calma no, porque yo no quiero vivir en una cárcel, ¿sabes? Tengo mucho miedo.

A. B. Y yo también tengo miedo, Charo, ¿qué te crees? Lo que no podemos, y es lo que están pretendiendo, es perder la confianza el uno en el otro. Yo sigo manteniendo que tú eres inocente.

R. P. ¿Perdón?

A. B. Y tú debes seguir manteniendo que yo soy inocente.

R. P. Espera, que no te oigo.

A. B. Porque lo somos, ¿de acuerdo? Mañana hay que decir lo justo. Lo necesario. Lo que quiera oír el juez, nada más.

Ese mismo día 26 de septiembre es cuando se produce la visita de Rosario Porto y Alfonso Basterra a los pisos de Doutor Teixeiro y de República Arxentina, donde se encontraron con una muchedumbre de periodistas y personas anónimas que los esperaban, a pesar del supuesto cordón policial. Tras estos hechos, los sospechosos mantienen una conversación en la que cuestionan el proceso.

R. P. ¿Estás durmiendo?

A. B. No.

R. P. He tratado de tumbarme y descansar.

A. B. Espera. ¿Qué dices, Charo?

R. P. Estoy tratando de estar tumbada y descansar.

A. B. Claro, muy bien, pues es lo que tienes que hacer. Venga, a seguir así. Conserva todas tus fuerzas para mañana, ¿vale?

R. P. Vale

A. B. Venga, vale, relájate, adiós. 

(...)

R. P. ¿Tú tienes pasaporte, Alfonso?

A. B. Sí.

R. P. ¿Te lo han quitado?

A. B. No, no creo.

R. P. ¿Qué?

A. B. No, no sé.

R. P. ¿Cómo se puede filtrar todo del juzgado? ¿Cómo nos podían estar esperando en la calle?

A. B. Bueno, gentuza, nena. No pienses en eso.

R. P. Ya, pero cuando yo salga, quiero aclarar esto, porque esto no puede ser.

A. B. Pues lo pararemos, no te preocupes.

R. P. Pero es que violan los derechos de la gente...

A. B. Pues lo pararemos.

R. P. ...y entorpece la investigación judicial.

A. B. Claro, pero lo pararemos. Tú tranquila.

R. P. Me parece que voy a dar tantas batallas por Asunta. Tantas...

A. B. Bueno, ya está, venga.

R. P. Ya di muchas, pero voy a dar más.

A. B. Así me gusta. Así es como me gusta oírte. Ánimo. Claro que sí. Venga, y ahora relájate, tranquila. No hables, que te duele la garganta después, ¿vale?

R. P. ¿Qué?

A. B. Estate callada, porque te va a doler la garganta y mañana no vas a poder hablar.

DÍA 27 DE SEPTIEMBRE

Poco antes de que fuesen trasladados a los juzgados para declarar por primera vez ante el juez José Antonio Vázquez Taín, la grabación a la que tuvo acceso La Voz comienza con la voz de un guardia civil que habla con Rosario Porto, y que le dice que se prepare para ir al juzgado. Es en ese momento cuando Alfonso y Rosario comienzan su conversación.

Rosario Porto. Igual tú no vienes.

Alfonso Basterra. Seguro que voy.

Una agente entra entonces en los calabozos y Rosario Porto le pregunta si no le van a dar nada de desayunar. Basterra pide permiso para darle un trozo de bizcocho que, dice, «guardé de la noche anterior pensando en el momento». La agente le explica que la cafetería está cerrada porque aún es muy pronto y que lo único que puede hacer es traerle un café de la máquina. Ella acepta agradecida, porque afirma que tiene que tomarse sus pastillas. Al quedarse solos comienzan a hablar, aunque saben que les están grabando.

Alfonso Basterra. Acuérdate de lo que hablamos ayer.

Rosario Porto. Ya...

A. B. No incurramos en contradicciones, porque cualquier fisura juega en nuestra contra. Y no perdamos la confianza el uno en el otro, porque yo estoy seguro de tu inocencia.

R. P. Y yo de ti.

A. B. Ya lo sé, mi vida. Pues esa es la base de nuestro éxito, ¿te das cuenta, cariño? Y puede ser un poco más largo de lo que esperamos, pero todo se solucionará, ten confianza.

R. P. Vale.

A. B. ¿Vale, mi vida? (...) Te quiero mucho, Charo.

R. P.  Gracias, Alfonso.

A. B. Tranquila, sé coherente, Charo, en tu declaración (...) Yo sigo manteniendo que tú eres inocente, y tú tienes que seguir manteniendo que yo soy inocente. Yo estoy convencido al cien por cien de que eres inocente, y tú tienes que estar convencida de que soy inocente al cien por cien. ¿Me sigues?

La grabación termina cuando empieza a escucharse el abrir y cerrar de los candados metálicos de las puertas que dan acceso a los calabozos del cuartel de la Guardia Civil. Basterra insiste entonces por última vez y le repite a ella que no debe dejar fisuras a los investigadores en sus declaraciones por las que puedan atribuirles el crimen.

Alfonso Basterra. Sé coherente, Charo.

Rosario Porto. ¿Qué?

A. B. Sé coherente en tus declaraciones, mi vida.

R. P. ¿Perdón?

A. B. No dejes ni la más mínima duda, no les des ninguna duda en tus declaraciones, porque eso juega tanto en tu contra como en la mía. Te quiero, mi vida, adiós. Tranquila, sé firme, sé coherente cariño.

R. P. Gracias.